"Ser creativos quiere decir no ser prisioneros del tiempo de otros. No tener ni límites ni confines, hasta dar con la idea perfecta que te recompensa por todo ese tiempo que ya no está... Pero en realidad sigue existiendo todavía, solo que bajo otras formas."


"La creación nace de un rayo, de un error respecto al curso habitual de las cosas. No hacemos nada bien hasta que dejamos de pensar en el modo de hacerlo"



lunes, 21 de octubre de 2013

El mar de Caronte



Las olas se mecían con lentitud. Las estrellas alumbraban el manto negro de la noche. La soledad se adueñaba de él. Anhelaba el calor de un cuerpo humano a su vera.

En el océano, una inerte vida se acunaba sin rumbo a la espera de Caronte.

jueves, 10 de octubre de 2013

Desastres increíbles



La visión que la RAE nos da de la palabra desastre, como algo lamentable e infeliz, es bastante desalentadora. Aun así, yo creo que no es del todo acertada, al menos cuando esta palabra la utilizamos para autodefinirnos. 

Conozco a un par de personas que son increíbles, que hacen cosas muy grandes por los demás y para los demás. Personas que realmente piensas en el prójimo, mucho antes que ellos mismos. ¿Cómo lo hacen? No lo tengo claro, pero me hago una ligera idea.

Estoy segura que ellos cuentan con Dios a su lado. Todo lo que hacen con su buena voluntad, lo hacen inconscientemente, para acercar a los demás a Él, al Padre. Y sinceramente, cuando los veo en acción, cuando veo cómo se preocupan por llevar a cabo mil y un proyectos, veo en ellos la fuerza del Espíritu.

Por ello, creo que es hora de darle la vuelta al significado de esta palabra. Porque ellos no son desastes, son personas maravillosas, llenas de luz, de alegría, de vida...




miércoles, 9 de octubre de 2013

Ave Fénix

 
El ave del Paraíso. El ave de Arabia.

Esta mañana, he tomado con un cuento clásico que nunca antes había leído: El Ave Fénix de Hans Christian Andersen. Me ha parecido una historia curiosa y en gran medida me siento identificada con ella. 

¿Alguna vez os habéis parado a pensar cuántas veces tropezamos y nos caemos? ¿Cuántas veces nos levantamos de nuevo? En cierto sentido, somos como el Ave Fénix, resurgimos de nuestras cenizas cada poco tiempo. En la vida, es inevitable que ocurran cosas malas, las circunstancias nunca se eligen, simplemente llegan. Según esto somos como el Fénix, morimos ante estas circunstancias que nos oprimen; para después renacer sobre nuestras cenizas con muchísima más fuerza. 

Sin embargo, nuestra querida ave se identifica también con el arte. ¿Por qué? ¿Cómo? Pues muy sencillo, por su eternidad. La música, la poesía, la literatura, la pintura... El arte en general es eterno como el Fénix, el cual viaja alrededor del mundo, renaciendo cada poco tiempo. De este mismo modo, las artes pravalecen con vida propia al paso del tiempo, mejorándose con los años.

¡Qué hermoso ser Ave Fénix! 


domingo, 6 de octubre de 2013

Del efímero artista...

 

... Al eterno Arte


Me pregunto cuántos artistas, músicos, escritores, pintores, escultores, sabios oradores y demás, que a día de hoy son mundialmente reconocidos como Artistas, con a mayúscula para reconocer su grandeza, pensaron en algún instante de su vida que harían historia. Sin embargo, no es este detalle el que me llama especialmente la atención, sino más bien la siguiente pregunta es lo que me corroe por dentro: ¿creyeron alguna vez que su propio arte acabaría convirtiéndose en eterno? ¿Buscarían alcanzar la Gloria y el reconocimiento tan solo por su nombre?

 

Personalmente, pienso que el artista es sólo el medio para plasmar esos pequeños detalles del cotidiano que la mayoría de humanos pasamos por alto. La música es otra manera de contar historias de amor, desamor, desolación, soledad, dolor... La pintura o la escultura una forma de moldear las figuras, las curvas de un cuerpo humano, de jugar con las luz y la oscuridad... La literatura... Para los que como yo amáis la literatura, ¿qué deciros? ¿Qué decir sino que es una muestra más del inmenso poder de la palabra? No podría decir con cuántos libros me emocionado y he llorado; con cuántos personajes me he sentido tan identificada. 

 

No pretende llamarme artista, al menos no todavía. Puede que un día lo sea. Lo único que sé con certeza es que mi futuro está ligado al arte, a escribir hasta saciarme, creando intrincadas tramas en lo más hondo de mi cerebro, personajes cada cual distinto al anterior con los que un humano cualquiera pueda sentirse identificado... Realmente, sueño con hacer historia. Perdón, sueño con que mi arte haga historia, mucho antes que mi nombre. 

 

Y es que sencillamente, estoy convencida de que el artista es un medio a través del cual se manifiesta el arte. 

 

P.D.: A Pablo, por prestarse como modelo para mi trabajo de fotografía, y especialmente, por haber sido, en gran medida, el culpable de esta entrada :)

jueves, 3 de octubre de 2013

State of mind





1948. Este es el año en el que se recoge uno de los derechos más importantes de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: LIBERTAD DE EXPRESIÓN.

Cierto es, y es algo innegable, que lo que este derecho implica puede tener consecuencias. En un primer momento, cada cual es libre de decir, escribir, manifestar, lo que considere oportuno, como considere oportuno y en donde considere oportuno. Pero yo me pregunto, ¿y qué ocurre cuando alguien se siente ofendido por aquello que expresamos haciendo uso de nuestros derechos?

Puede parecer que con una disculpa basta. Yo creo que no es así. Más que nada porque la gente no suele querer aceptar tus disculpas y entonces, es cuando te atacan, te persiguen, te ponen esa cruz de la que prácticamente es imposible deshacerse. Sin embargo, lo peor no es eso. Lo peor es que haya personas que te ataque simplemente por hacer uso de tu DERECHO de manera pública, deliberada y antipática.

No me importa pedir disculpas si escribo algo que pueda resultar ofensivo para alguien. No obstante, no pienso callarme jamás, ni volver a doblegarme ante nadie. Si a alguien no le gusta lo que lee, que no lea, pero que tampoco incordie.