"Ser creativos quiere decir no ser prisioneros del tiempo de otros. No tener ni límites ni confines, hasta dar con la idea perfecta que te recompensa por todo ese tiempo que ya no está... Pero en realidad sigue existiendo todavía, solo que bajo otras formas."


"La creación nace de un rayo, de un error respecto al curso habitual de las cosas. No hacemos nada bien hasta que dejamos de pensar en el modo de hacerlo"



viernes, 15 de junio de 2012

Novelistas...

Toda mi vida había sentido que las páginas que iba dejando a mi paso eran parte de mí... La gente normal trae hijos al mundo; los novelistas traemos libros... Estamos condenados a dejarnos la vida en ellos, aunque casi nunca lo agradezcan. Estamos condenados a morir en sis páginas y a veces hasta a dejar que sean ellos quienes acaben por quitarnos la vida... (Ruiz Zafón)


Ruiz Zafón escribió estás palabras hará un par de años. Yo creo que no le falta razón, que los novelistas a cada personaje que dan vida, a cada historia que cosen paulatinamente mediante palabras, está dando en ellos un poquito de sí mismos, dejando al descubierto una pequeña parte de su corazón, sus sentimientos, emociones... 

Yo me pregunto si a todos les pasa lo mismo... Si a aquellos que aman la literatura, tanto como la amo yo, son capaces de perfilar con exactitud a cada uno de sus personajes, sintiéndolos vivos en su interior, sintiéndolos parte de uno mismo, tal y como hago yo...

Para llegar a cualquier cosa que te propongas hace falta primero la ambición y luego el talento, el conocimiento y, finalmente, la oportunidad... (Ruiz Zafón)

Tal vez mis sueños nunca se cumpla... Ta vez no tenga ni el talento ni la ambición necesaria para conseguirlo. Pero sé que cada personaje que creo, cada historia que escribo es un parte de mí... Tal vez nunca vean la luz... Tal vez mueran en la sombra, en el olvido... No lo sé... Pero no me voy a rendir... Porque si hay una cosa que sé hacer, la única quizás, es dar vida en mi mente a millones de personajes cuya vida doy forma a través de palabras... 

No digo que sea buena... Tampoco mala... Aunque es posible que sueñe despierta la mayor parte de los días, y como suelo pensar últimamente, mi talento no vale ni siquiera una mísera peseta... O eso creo, aunque que espero que en el fondo solo me esté engañando a mí misma, y valga más que eso...

El talento natural es como la fuerza de un atleta. Se puede nacer con más o menos facultades, pero nadie llega a ser un atleta sencillamente porque ha nacido alto o fuerte o rápido. Lo que hace al atleta, o al artista, es el trabajo, el oficio, y la técnica. La inteligencia con la que naces es simplemente munición. Para llegar a hacer algo con ella es necesario que transformes tu  mente en un arma de munición... (Ruiz Zafón)

Decepcionada... Puede...

Rabia... Ira... Enfado... Falsedad... Verdades... Desesperación... DECEPCIÓN...

¡¡¡¡¡¡¡¡DECEPCIÓN!!!!!!!!

Sí. Estoy decepcionada, guste o no guste... La razón muy simple, creo que mi mejor amiga me miente, en cierto sentido... Pero da igual... Me la trae al pairo... En realidad no, sino no estaría escribiendo esta entrada una vez más, pero que se le va a hacer... Increíble pero cierto... 

No lo entiendo... Si quiere pasar de todo que lo haga, pero que no pase de mí!!!... Creo que no he hecho nada... Y si lo he hecho que me lo diga... Da igual, ya ha encontrado a otros con los que sustituirme... Se ha olvidado, o tal vez ya no le interesa... Estoy en otra órbita, por debajo de ella... Bueno pues nada... Yo ya no puedo hacer... Sabe dónde encontrarme, siempre lo ha sabido... Aunque no lo necesite, yo sigo ahí, en un rincón de su mente, en el olvido...

domingo, 10 de junio de 2012

Un ángel negro

La luz resplandeciente iluminaba la habitación por completo... Un ángel parecía entrar por la ventana... Un ángel dispuesto a cuidar de un joven de negros cabellos, cuyas lágrimas rodaban por sus mejillas sin control alguno... Control, la palabra clave que le faltaba a su vida y que él anhelaba alcanzar...

Pero allí estaba el ángel con sus enormes alas protectoras rodeándole con su haz de luz salvadora... O eso parecía... Era un ángel de negras alas oscuras, piel pálida y ojos negros tan negros como sus alas, que ocultaban todo el dolor del mundo que había ido acumulando a lo largo de los años, de los siglos, de los milenios... Aquella no iba a ser la excepción, el ángel llegaba a la ventana del joven desconocidos cuyos ojos no podían creer lo que veían...

Tendió su mano salvadora al muchacho a la espera de que él se la estrechara... Así lo hizo él, temeroso, con las manos temblándole de miedo pero sin saber a qué otra cosa podía aferrarse ya en  su descarrilada vida... Porque no había nada ya que pudiese devolverle la paz que ciertas personas le robaban con sus palabras llenas de veneno... 

El ángel le envolvió en un velo de tranquilidad, de paz y de esperanza, le ofreció un lugar en el que descansar, un hombro sobre el que llorar y sobre el que apoyarse para caminar... Pero el muchachoo pecó de confianza tal vez... O tal vez la ambición le llevo a pecar...

El ángel le ofreció la confianza que nunca nadie le había dado... Le consoló, le reconfortó, le abrazó, cuando no había nadie que lo hiciese, y el joven creyendo que no tendría que hacer nada a cambio, se levantó de la oscuridad del abismo negro en el que había empezado a caer y comenzó a caminar de nuevo, esta vez lleno de confianza y esperanza...

Se olvidó del ángel, de su protector de oscuras alas, quien a lo largo de sus penurias le había acompañado, le había salvado de la inevitable caída en la que se estaba precipitando... Y el ángel se llenó de dolor, de rabia y de vergüenza, pero como aquella vez no iba a ser distinta y como siempre había hecho en el pasado, perdonó al joven y le tendió su mano a pesar de las mentiras que el joven le ofrecía al mismo tiempo que iba alejando al ángel de su mente...

Sin embargo, un día el joven se cayó de nuevo... Una vez más, las personas egoístas de las que se había rodeado mientras él abandonaba al ángel, le dejaron... En ese momento llamó al ángel, suplicó que volviese... Pero parecía que su salvador nunca volvería, hasta que una noche, el ángel volvió... El joven se dio cuenta de su error y pidió perdón al ángel, prometiéndole que trataría de no caer en el error nunca más  aunque esa promesa no era fácil de cumplir...

Porque el ángel había aprendido a perdonar  con los años... Porque el color negro de sus alas era la condena que las buenas personas a las que el ángel había traicionado una vez, le habían impuesto... Su misión era acabar con el dolor de la gente noble que tropezaba en el error y en el pecado que habían sufrido en sus carnes... Y así el ángel, condenado a bajar por la eternidad, perdonaba  una, otra, y otra vez, a todos aquellos a los que arropaba bajo su protección y que después le abandonaban...


jueves, 7 de junio de 2012

Grandes esperanzas...

Dickens escribió en 1860 un libro titulado Grandes esperanzas, personalmente todavía no he tenido la oportunidad de leerlo, pero está pendiente para este verano tan pronto acabe la selectividad. Grandes esperanzas narra la historia de un niño llamado Pip, huérfano de humilde clase social, que trata de luchar para poder ascender de escala social durante toda su vida. En un principio parece no alejarse demasiado del argumento de otras obras del autor, como David Copperfield. Sin embargo, lo que llama la atención de este libro en concreto es su título: Grandes esperanzas.

Yo al igual que muchos otros, me encuentro en una etapa de mi viva en la que debo elegir mi futuro... Debo tomar la decisión de qué estudiar, qué quiero ser en la vida, qué quiero hacer... Tal vez no esté segura de lo que quiero, pero sí hay una cosa que tengo clara, y es que en este momento tengo grandes esperanzas de hacer cosas en mi vida... Cosas buenas con ella, cosas que quiero, aspiraciones, deseos, sueños, esperanzas... 

Tal vez muchas de estas cosas no sean más que simple utopías que nunca realizaré... A pesar de ello, no puedo evitar alimentarme de ello, de mis ansias por hacer lo que me gusta, lo que realmente quiero, eso de lo que me nutro día a día y sin descanso... Mis libros, mis palabras... Cosas, simples, abstractas, pero necesarias... Muchos dirán que sueños inalcanzables o irrealizables, que debo olvidarme de ello y sentar la cabeza... Pero, os voy a decir una cosa, ¿tan malo es tener aspiraciones, luchar por ellas? ¿Por qué no podría tener yo una pequeña editorial en un futuro? ¿O quizás publicar libros?

Tal vez solo sean grandes esperanzas... Tal vez no... Si una cosa está clara, es que no vale rendirse sin luchar por ello, sin intentarlo si quiera... Yo ya he empezado a luchar por ello...