La RAE lo define en su segunda entrada como: Suceso lastimoso, inopinado y funesto.
Yo, personalmente, prefiero definirlo como ese sentimiento que te inunda después de haber intentado lograr un fin y no conseguirlo. Es esa sensación que te deja un sabor agridulce en la boca después de haber querido y luchado con todas tus fuerzas por aquello que amas.
El fracaso es algo que duele más, cuanto más inmaterial es el fin que perseguimos. Cuando lo que pretendemos es cambiar una actitud dentro de un grupo social, por ejemplo.
Pero si hay un momento en la vida en el que duele más, es en ese instante en el que ves cómo tus sueños se hacen añicos poquito a poco. Ahí, realmente se siente como el largo filo de una daga atreviesa nuestro pequeño y inestable corazón, dejando tan solo un vacío que el llamado Fracaso se encarga de llenar.
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