"Ser creativos quiere decir no ser prisioneros del tiempo de otros. No tener ni límites ni confines, hasta dar con la idea perfecta que te recompensa por todo ese tiempo que ya no está... Pero en realidad sigue existiendo todavía, solo que bajo otras formas."


"La creación nace de un rayo, de un error respecto al curso habitual de las cosas. No hacemos nada bien hasta que dejamos de pensar en el modo de hacerlo"



domingo, 4 de diciembre de 2011

Autocrítica

Me preguntas que cómo eres… ¿Cómo eres? ¿Es que no aprecias tu propio reflejo en el espejo? ¿No ves, acaso, la ambición en tus ojos, los sueños brillando incansables en tu mirada?
No, claro que no lo ves…
Porque te resulta imposible mirar en tu interior, solo quieres ver ese futuro que aún no llega… Pretendes adelantar acontecimientos en el tiempo, en vez de limitarte a vivir el presente… Sueñas con alcanzar la gloria, el reconocimiento, la fama… Eso es lo que en realidad quieres a pesar de que finjas ocultando la verdad bajo una máscara diciendo que lo único que pretendes es hacer feliz a la gente, hacerla viajar a un mundo mágico y de ilusión… Ese mundo del que te niegas a despertar…
Y no puedes negar la exageración que tiñe tus palabras cuando dicen algo que no es de tu agrado, como si fueras la actriz de una obra de teatro, como si tu vida consistiera en eso, en representar un estúpido papel en esa función llamada Vida…
Te comportas como una niña pequeña, por mucho que intentas dártelas de madura sabes que en realidad no hay ni una pizca de inmadurez en ti. Solo por el hecho de que hayas tenido una vida difícil llena de dolor y sufrimiento eso no te convierte en una persona adulta, en alguien más maduro y responsable… Pues en realidad tú incumples cada uno de los adjetivos con los que te calificas, ¿por qué? La respuesta es bien simple. Quieres alzar la voz de alguna manera por todos los años que has callado, por todas las veces que has soportado el dolor que te causaban las palabras de todos esos seres queridos, pero ¿qué consigues? Nada.
Te haces pasar por una acérrima republicana liberal, feminista donde las haya, autosuficiente e intelectual, experta en moldear las palabras a tu antojo, cuando ambas sabemos que ni si quiera sabrías defender ni explicar los ideales republicanos o los feministas, que son demasiadas las veces en que las palabras dejan de obedecer al lápiz que conduce tu mano a lo largo del papel.
Osas mirar a aquellos que crees las más despreciables personas por encima del hombro con un orgullo fingido a sabiendas de que te tragas tu orgullo a la primera de cambio y no te atreves a dar la cara por miedo al que dirán…. Miedos, tu mente está infecta de ellos, miedos a caminar de la mano con alguien, miedo a confiar, miedo a perdonar, miedo al rechazo… ¿Cuántas veces te has atrevido a enfrentarte a todos esos miedos? Ninguna.
Sin embargo, eso no es lo peor. ¿Cuántas promesas has hecho para después romperlas? ¿Cuántas veces has prometido no volver a llorar? ¿Cuántas veces has pretendido evitar caer en los mismos errores y has tropezado una y otra y otra vez?... Muchas han sido las promesas incumplidas… Muchas han sido las lágrimas derramadas en vano… Muchas han sido las caídas….
Y a pesar de todo ello aconsejas a los demás partiendo de tus propios errores, consigues animar a la gente de vez en cuando… Ayudas a los demás a arreglar sus problemas y en cambio dejas que los tuyos sigan hundiéndose cuan barco en el océano…
No te cansas nunca de llenar hojas desnudas, presumiendo de poder alcanzar a esos escritores que triunfaron antes que tú, con esa caligrafía tuya descuidada que en ocasiones resulta ininteligible, tratando de deshacerte de todas las mentiras que cuentas días tras días, de las sonrisas fingidas que muestras en esa cara cansada con historias no tan ficticias como parecen, donde el daño de los años todavía no ha llegado, aún cuando tú no haces más que quejarte, entristecerte cada vez que lo que tú denominas “el horrible cumpleaños” se acerca, ocultando la verdadera realidad para tu interior, ya que sabes que será un año más sin esas personas a las que tanto querías, las  que ya no están ni estarán en ningún cumpleaños más…  Y todo por tu culpa ¿verdad? Porque no te esforzaste lo suficiente en cuidarlas.
Que equivocada estás… Que estúpida eres… Te comes la cabeza noche tras noche como si dándole vueltas y vueltas a las preocupaciones pudiesen desaparecer o tal vez mejorar, y así, noche tras noche, te amargas.
Pero por si esos no fueran pocos problemas, luego, cuando al fin encuentras lo que llevabas tiempo buscando, esa persona que te quiera y que te cuide como nadie lo ha hecho desde que el manto negro de la muerte se los llevó, tú no puedes dejar de pensar ni un solo segundo si será verdad cada palabra que sale de sus labios y tratas de buscarle todos los defectos, la escusa para decir: “Es mejor no confiar, porque si lo haces lo más probable es que luego te hagan daño”. No te dejas querer porque tienes la certeza absoluta de que todo llega a su fin y que cuando lo hace no trae más que negativas consecuencias para ti…
Y yo me pregunto, ¿cambiarás algún día? ¿Serás capaz de discernir la mentira de la verdad? ¿Dejarás de aferrarte a tu amiga soledad, que te impide confiar, mostrarte tal y como eres con toda tu luz brillando, iluminando la oscuridad de tu pequeño y marchito corazón?
Despierta de ese insomnio que te mantiene atada cuan muñeco por sus hilos, moviéndote a su antojo, impidiéndote respirar… Ahogándote en tus propios sueños, en tus esperanzas… En tus miedos…

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