Aquí estamos de nuevo, tú, yo y esta fría noche de invierno. Nos volvemos a encontrar, esta vez sin barreras, sin distancias, sin engaños ni mentiras. Nos miramos sin saber qué decir porque lo cierto, es que no hay nada que podamos decir para reparar el mal que ya hemos hecho. Seguimos siendo los mismos de siempre, la mentira que tejimos y que nunca abandonamos. Ni siquiera sé cómo empezó todo. Sólo sé que es invierno, la nieve cae y el gélido frío entumece cada parte de mi ser.
Ya no me importa cómo empezó todo, ni cómo termino.
En este instante, me importo yo sin ti.
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