"Cierra los ojos.
Dame la mano.
Deja que tu imaginación vuele esta noche a mi lado.
Permiteme llevarte a un mundo que nunca antes has imaginado.Yo seré tu ángel de la guarda.
Yo seré quien haga tus sueños realidad."
Aquellas fueran las dulces palabras que brotaron de entre sus labios. No supo ni quiso saber, cuanta verdad habría en ellas. Simplemente, acepto la propuesta que su seductora voz le ofrecía. En la ingenuidad de su temprana edad no pensó que secretos podían ocultar aquellas propuestas que venían de la mano del diablo, de un hombre diabólico, salido del mismísimo infierno.
Nunca más volvió a ver la luz del día.
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