Promesas rotas

Pienso que todo podría ir mejor, o que  podría ir peor... Pero lo cierto es que no importa por lo que me decante, las cosas van como van porque nosotros hacemos que vayan así.

Prometió que no volvería a ocurrir. Ahora dice que todo va a cambiar y yo me pregunto si realmente tengo derecho a pedirle, o siquiera a permitir, que haga eso. Él es como es. Debería quererle por ello, ¿no es verdad? Con sus imperfecciones, con sus defectos.

Un año nos marca para bien o para mal, nos guste o no. Me gustaría saber si esto va a continuar otro año más o si este es el fin de nuestra historia. Si ha llegado ya la hora de guardar los recuerdos en el enorme baúl de la memoria bajo una sonrisa de porcelana. Solo el tiempo lo dirá.

Hoy por hoy, no quiero más promesas rotas, no quiero más presiones, no quiero más palabras sin fundamento...