Me quiere. No me quiere. Me quiere. No me quiere. Me quiere. No me quiere. Me quiere. No me quiere. Me quiere. No me quiere. Me quiere. No me quiere. Me quiere. No me quiere. Me quiere. No me quiere. Me quiere. No me quiere...
Pero no importa porque yo sigo pensando en él como una tonta, derramando lágrimas. Tal vez en vano, tal vez con fruto, nunca se sabe. Soy yo la que sigue aquí, sintiéndose terriblemente culpable, mientras él está por ahí.
Quiero desaparecer del maldito universo.
Infinidad de flores para no cansarse nunca.
Me quiere. No me quiere. Me quiere. No me quiere. Me quiere. No me quiere. Me quiere. No me quiere...
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