Dickens escribió en 1860 un libro titulado Grandes esperanzas, personalmente todavía no he tenido la oportunidad de leerlo, pero está pendiente para este verano tan pronto acabe la selectividad. Grandes esperanzas narra la historia de un niño llamado Pip, huérfano de humilde clase social, que trata de luchar para poder ascender de escala social durante toda su vida. En un principio parece no alejarse demasiado del argumento de otras obras del autor, como David Copperfield. Sin embargo, lo que llama la atención de este libro en concreto es su título: Grandes esperanzas.
Yo al igual que muchos otros, me encuentro en una etapa de mi viva en la que debo elegir mi futuro... Debo tomar la decisión de qué estudiar, qué quiero ser en la vida, qué quiero hacer... Tal vez no esté segura de lo que quiero, pero sí hay una cosa que tengo clara, y es que en este momento tengo grandes esperanzas de hacer cosas en mi vida... Cosas buenas con ella, cosas que quiero, aspiraciones, deseos, sueños, esperanzas...
Tal vez muchas de estas cosas no sean más que simple utopías que nunca realizaré... A pesar de ello, no puedo evitar alimentarme de ello, de mis ansias por hacer lo que me gusta, lo que realmente quiero, eso de lo que me nutro día a día y sin descanso... Mis libros, mis palabras... Cosas, simples, abstractas, pero necesarias... Muchos dirán que sueños inalcanzables o irrealizables, que debo olvidarme de ello y sentar la cabeza... Pero, os voy a decir una cosa, ¿tan malo es tener aspiraciones, luchar por ellas? ¿Por qué no podría tener yo una pequeña editorial en un futuro? ¿O quizás publicar libros?
Tal vez solo sean grandes esperanzas... Tal vez no... Si una cosa está clara, es que no vale rendirse sin luchar por ello, sin intentarlo si quiera... Yo ya he empezado a luchar por ello...
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